miércoles, 17 de febrero de 2010

LA MIRADA PRETÉRITA


Nos encontramos ante una imagen histórica, pues se trata de la más antigua conservada de nuestra titular, la Divina Pastora de las Almas. La fotografía apareció publicada en el interior de un diario sevillano, y recoge un momento en la procesión del Corpus del año 1924. Los años transcurridos hacen difícil situar la ubicación de la cofradía. Posiblemente se trate de la calle Canónigo, la primera adoquinada en el pueblo (1910). Con escasa fortuna, el avisado lector podrá leer en el rótulo de la bocacalle de la derecha "Lamarque..." Al menos, eso parece. Su inclusión en el nomenclator local no está clara, aunque ya aparece recogida en el callejero del año 1931. ¿Existía siete años antes?
En cuanto al paso, se aprecia una modesta canastilla dorada y cuatro faroles guardabrisas hoy desaparecidos. La Virgen luce con su tradicional granado, acompañada por sus cuatro borregos.

miércoles, 3 de febrero de 2010

REGLAS HERMANDAD SACRAMENTAL (II)

RESEÑA HISTÓRICA DE LA ANTIGUA Y FERVOROSA HERMANDAD Y COFRADÍA DEL SANTÍSIMO SACREMENTO, DE LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS Y
ÁNIMAS BENDITAS DEL PURGATORIO


Las primeras noticias que tenemos sobre la Antigua Hermandad del Santísimo Sacramento de la Parroquia de Santa María Magdalena de Dos Hermanas se recogen en sus primitivas Reglas, aprobadas el día 15 de Mayo de 1569, por lo que hay que creer que existiera anteriormente.

En esta época la Corporación que, según confiesan sus oficiales “es pobre que no tiene renta ninguna sino lo que se da de limosnas” celebraba cuatro fiestas en el año: JUEVES Y VIERNES SANTO, EL DÍA DE LA RESURRECCION DE MADRUGADA Y EL CORPUS CHRISTI.

La cofradía penaba a los hermanos que no asistieran a estas celebraciones excepto en dos casos: “el enfermo que guardase cama y el preso de cárcel”. Sigue la Regla hablando de los hermanos, del repartimiento de gastos entre éstos, de los que no pagaban...

Sabemos ya de la existencia de una custodia anterior a la actual pues a los miembros de la Corporación que osaran criticar a los oficiales se les pondría una multa de doscientos maravedies para “limpiar y renovar la custodia en que se mete el Santísimo Sacramento el Jueves Santo y el día del Corpus Christi”.

Se celebraban en esta época tres Cabildos Generales, uno el Domingo de Lázaro –al que hoy solemos denominar de Pasión en el que trataban lo que había que hacer el Jueves y el Viernes Santo y el día de Resurrección, un segundo, el día de la Ascensión en el que se trataba lo relativo al día del Corpus Christi y un tercero el postrero día de la Octava en el que se nombraría los Oficiales que regirían la Corporación durante el año siguiente.

Respecto al segundo de estos Cabildos es curioso y significativo de la mentalidad de la época la referencia a “que música se va a traer ó que juegos se han de hacer el día de la Fiesta”.

En otro Estatuto se habla de que al Mayoral de la Hermandad se le pagarían los gastos que en servicio de la Cofradía hiciera fuera del pueblo.

En Estatutos añadidos con distinta letra a los ya comentados se añade y manda lo siguiente:

- Los terceros domingos de cada mes la Cofradía celebrará Misa cantada con toda solemnidad y el Santísimo Sacramento saldrá en procesión por una puerta de la Iglesia y entrará por otra.
- Se dirá Misa cantada el segundo día de Pascua de Resurrección.
- A su vez se dirán otras tres Misas rezadas al año –concretamente en las tres Pascuas- por el alma de Doña Juana Sánchez de Rivas y sus descendientes, con responsos cantados y sobre sepultura a la que se le echará agua bendita.

Para pagar estos gastos la citada señora había dejado a la Cofradía unas casas en el barrio nuevo, lugar que las investigaciones históricas no pueden hoy situar.

En la primera mitad del siglo XVIII en la “Extensa memoria de reducción de Hermandades y Cofradías decretada por el Consejo Supremo e informes recogidos acerca de la fundación, títulos, rentas y estando de todas establecidas en la capital y su territorio, comprendida por el Sr. Asistente Olavide en una reseña minuciosa” se nos habla de las Hermandades de la entonces Villa. Entre éstas se encontraba la Sacramental de Dos Hermanas con reglas –las anteriormente comentadas- aprobadas por el provisor de Sevilla.

En tributo, ceras, limosnas y con 160 reales concedidos en el reglamento por la concesión real, juntaba 2.160 reales, los cuales distribuía en fiestas de Iglesia y en sus gastos de Hermandad. Era entonces la más rica de la Villa a mucha distancia de la de la Patrona Señora Santa Ana que ingresaba 1.030 reales y que era por sus bienes la segunda de Dos Hermanas.

También sabemos de la existencia de la Corporación por el libro nº 37 de Visitas a las Parroquias, conservado en el Arzobispado de Sevilla y que corresponde al año 1728.

En el siglo XVIII, como se ha visto, fue un periodo de prosperidad. La mejor muestra esté en el encargo de una Custodia al platero cordobés Nicolás Cárdenas que la Hermandad todavía usa tanto para el Monumento del Jueves Santo, como para el día del, Corpus Christi. Puede fecharse su ejecución en la segunda mitad del siglo XVIII, quizás hacia 1770.

Fue adquirida por unos modestos campesinos nazarenos que pagaron su importe con el producto de la siembra de unos cuartillos de trigo en el pejual de la “Marismilla”.
En fecha que desconocemos, y por privilegio especial, empieza a celebrarse la procesión del Santísimo Corpus Christi en nuestra villa el día de Santiago Apóstol que pasa a sustituir su fecha litúrgica. Retorna a ésta en la década de los 60, siendo el año 1959 el último en que se celebra la procesión el día del Apóstol.

Acerca de la hermandad de las Benditas Ánimas, de tanta raigambre en Dos Hermanas, desconocemos la fecha exacta de su fundación pero aparece ya citada en los diversos informes que se cursaron en el s. XVIII. En el de Olavide Estensa memoria sobre la reducción de Hermandades y Cofradías..., aparece con reglas aprobadas por el Ordinario Eclesiástico. Poseía tres tributos sobre casas que importaban 156 reales, que distribuía en misas cantadas y rezadas, cera y funciones de Iglesia. También aparecen numerosísimas referencias en los libros de colecturía de las diversas misas y cultos que celebraba. Para el siglo XIX se conserva un libro de cuentas que comienza en 1813 y finaliza el 24 de Diciembre de 1854. Por él pueden conocerse los diversos oficiales de la Corporación y las entradas y gastos de ésta. Desde luego se trata de un libro de gran valor antropológico en el que por ejemplo se detallan los diversos frutos del campo que recibía la Hermandad como limosna, las partidas que se libraban para pagar el aguardiente de los funerales, los gastos de cera, etc. Lo cierto es que ya a principios del XX la Hermandad del Santísimo tenía a su cargo el culto a las Ánimas Benditas.

El 20 de Junio de 1954 la Cofradía se une a la Hermandad de la Divina Pastora de las Almas. De ésta conocemos con detalle todo lo referente a su fundación y desarrollo:

La Hermandad surgió con este nombre con ocasión de la venida a nuestra villa de Fray Isidoro de Sevilla, suceso que aconteció en Julio de 1743. De todas formas ya existía en Dos Hermanas una congregación nacida a raíz de la predicación de otro padre de la familia Capuchina, fray Luis de Oviedo, que predicó a partir del día 6 de Diciembre de 1733, instituyendo el día 8 la nueva devoción.

La Corporación en un principio residió en una casa propiedad del caballero Don Tomás de Montefrío, pero pronto pasó a la entonces Ermita del Señor San Sebastián. En ella se encontraba –habiendo sido reorganizada por el santero de la Capilla, Diego Jiménez Mena, cuando cambió de Instituto, pasando a ser Hermandad formalmente constituida. Para ello necesitaba una Imagen, por lo que se encargó la que hoy veneramos a Don José Montes de Oca. La encarnadura la realizó Don José Nodela -.

La Imagen fue traída a nuestra Villa el día 6 de Septiembre de 1743 y bendecida el 17 de Octubre del citado año. El día 19 sus hermanos la colocaron en la Capilla del Señor San Sebastián.

Posteriormente en 1747, fecha extraída del Libro de Reglas, la Hermandad pasó a poseer Capilla propia en la calle de la Marea, actual Santa María Magdalena. El 12 de Diciembre de 1795 la Hermandad decide trasladar su Imagen a la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena debido a dos causas: la pequeñez de su Capilla y la posibilidad de que en la Parroquia se acreciente el Culto a la Señora.

En los últimos tiempos, antes de la unión de la Hermandad Sacramental –al igual que la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario – era una especie de Asociación dedicada al entierro de sus cofrades.

Este carácter, según las últimas investigaciones, le viene desde su misma fundación, ya que sus primitivas Reglas establecen que los hermanos paguen unas determinadas cuotas que pasaban a engrosar un depósito de difuntos con cuyo producto se costeaban sus entierros los que pertenecían a la Cofradía. Para llevar a cabo las diligencias necesarias y custodiar el depósito existían oficiales nombrados a tal efecto.

En la anteriormente citada relación de Olavide la Hermandad aparece aprobada por el Ordinario.

Una casa y un pedazo de viña le daban de renta 462 reales, cubriéndose con limosnas el resto hasta los 570 reales que importaban los gastos de la Cofradía.

Por último diremos que, junto con San Fernando, la Imagen de la Divina Pastora acompañaba al Santísimo Sacramento en su procesión del día de Santiago. Desde el cambio de fecha la Imagen no ha vuelto a salir por las calles nazarenas hasta el Corpus de 1990.

Este es en resumen la historia de dos Cofradías que hoy forman la Antigua y Fervorosa Hermandad y Cofradía del Santísimo Sacramento, de la Divina Pastora de las Amas y Ánimas Benditas del Purgatorio.
Continuará...